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septiembre 29, 2020
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¿Puede un sólido comportarse como un líquido? Sí, pero darse cuenta de ello requiere mucha paciencia, como en este experimento que comenzó hace 85 años
El experimento más largo de la historia comenzó en 1927 en un laboratorio de la Universidad de Queensland (Australia) y aún está en curso. Su propósito era, y sigue siendo, demostrar las propiedades sorprendentes de algunos materiales, por ejemplo la brea de alquitrán, una sustancia que se obtiene del alquitrán mediante un proceso llamado deshidratación, es decir, la privación de agua.
Un solido que gotea
El alquitrán, en condiciones normales, es lo suficientemente duro como para romperlo con un martillo, pero déle el tiempo suficiente para descubrir que realmente se comporta … como un fluido. Aunque de muy alta viscosidad.
En 1927, Thomas Parnell, profesor de física de la universidad australiana, fundió un trozo de brea de alquitrán y lo colocó dentro de un cono de vidrio. Lo enfrió, un proceso que duró unos 3 años, rompió la punta del cono convirtiéndolo en un embudo y esperó.
Paciencia científica
8 años más tarde, en 1935, la primera gota de brea de alquitrán se filtró fuera del embudo y después de otros 9 años nació la segunda. Parnell registró el evento en sus notas, pero no vivió para ver la tercera gota, que cayó en 1954. El experimento quedó olvidado en un polvoriento laboratorio hasta 1975 cuando otro físico australiano, John Mainstone, decidió recuperarlo para darlo a conocer. en el mundo.
Hoy se puede seguir en directo el curioso experimento desde este enlace: el colmo, el octavo, se echó el 28 de noviembre de 2000, pero debido a un mal funcionamiento de la cámara nadie pudo verlo.
Predecir cuándo caerá el próximo es muy difícil: la velocidad de colada varía, aunque sea imperceptiblemente, según la temperatura exterior y con la progresiva disminución del peso del material contenido en el embudo. Sin embargo, según Mainstone, el próximo “evento feliz” no será antes de 2013.
Sin embargo, el experimento aún está lejos de terminar. “Si nadie lo perturba, durará al menos otros 100 años”, concluye Mainstone.
Fuente: focus